Hola a todos bloggeros!!
Hoy os voy a hablar de escalada, ese deporte que los jóvenes no lo seguimos casi ninguno (entre los que me incluyo). Como todos sabréis, el escalador Oscar Pérez está atrapado a 6.300 metros de altitud en el Latok 2, una montaña de Pakistán de 7.100 metros. Por lo que he podido leer en el blog de Sebastián Álvaro, su dificultad reside en los últimos metros que son todos de escalada por paredes casi verticales. Hoy se cumplen ya ocho días desde que Oscar está solo en la montaña. No nos engañemos, lo tiene jodido. Por las últimas informaciones que he podido tener con 10 días aún se le podría encontrar con vida pero el tiempo va a empeorar en un día por lo que se tienen que dar mucha prisa para ver si obran el milagro.
Con esto sólo quiero poneros en situación para hablar de un concepto sobre este tema. ¿Qué es lo que lleva al grupo de rescate a moverse por intentar lo imposible? No nos damos cuenta muchas veces que estas personas están arriesgando su vida más que nunca y a contrarreloj para intentar aprovechar ese resquicio de esperanza que dentro de su corazón les dice que Oscar está vivo. Sebas Alvaro ha dejado sus vacaciones para coordinar el operativo de rescate; Álvaro Novellón, que es el compañero de Oscar, tiene congelaciones en las extremidades de su cuerpo y aun así quiere subir en budca de su compañero. Lo que hace la fe en algunos casos es algo asombroso. De este tipo de situaciones todos deberíamos aprender, porque todos necesitamos que alguna vez alguien nos heche una mano. En este caso son varias, pero bueno. Lo que sí quiero transmitir a estos valientes de la escalada extrema es mi más sincero reconocimiento porque son un ejemplo de solidaridad como ya no se ve en el siglo XXI. Porque no se si nadie se lo habrá pedido pero ahí están eechando una mano en lo que sea. Para mediar en situaciones burocráticas con el gobierno pakistaní. Para guiar a los helicópteros de por donde tienes que buscar. Pero sobre todo están para que Oscar salga de esta. Estos son la clase de heroes que nunca saldrán en las películas. Esta es la gente que quiere un deporte como a su vida. A ver si esto nos sirve para dejarnos de quejar sobre los pequeños problemas de la vida y afrontar con entereza las dificultades que nos van viniendo con el tiempo. Mucha suerte campeones.
